La idea es ofrecer sencillez a cambio de no ofrecer todas las funcionalidades posibles. Esto, en muchos casos, lejos de ser una desventaja, es una opción muy sensata. La mayoría de Entornos Virtuales de Aprendizaje disponen, de una manera o de otra, las mismas funcionalidades básicas, es decir, herramientas de comunicación individual y grupal (mensajería, correo, tablón,….), herramientas de organización de contenidos propios (archivos subidos por el profesor, bajo estándar SCORM o no) o externos (enlaces, recursos online), herramientas de creación de contenidos (editores html o texto enriquecido, blogs, wikis…), herramientas de evaluación (tests, gestión de tareas enviadas, etc.) herramientas de gestión de usuarios, de interpretación de estadísticas de utilización, y de gestión del propio curso o espacio de trabajo. Esto es, de forma muy somera, lo básico. 

A partir de esas funcionalidades básicas, hay plataformas que destacan por la oferta de herramientas adicionales, por ejemplo: videoconferencia integrada o herramientas más completas de elaboración o adaptación de contenidos, por poner alguna. Pero sobre todo, las diferencias están en el nivel de "profundidad" de las opciones que incorporan, y la posibilidad e incorporación de contenidos o servicios de terceros. Por ejemplo, si en el caso de , hay 7 tipos de preguntas para añadir a un test online, en Moodle hay 10, en Sakai 12… Otra diferencias pueden residir en su adaptación a su uso por medio de plataformas móviles (tablets, smartphones…) o en la forma en que estas herramientas incorporan (de forma más o menos acertada) las potencialidades de las redes sociales.

A la hora de elegir un LMS/EVA basado en software libre para una institución formativa, las opciones son poco menos que infinitas, aunque hay varias soluciones que destacan sobre las demás como , Sakai, ATutor, Dokeos, Dot.lrn, o, por supuesto, Chamilo. Hay múltiples sitios que ofrecen comparativas o incluso tablas para poder valorar los diferentes aspectos de las mismas a la hora de la selección final (como ésta).  Pero al final, muchas veces la decisión se ve muy influida por lo que "los demás" dan por bueno. En este sentido, siempre me ha llamado la atención que en algunos ámbitos no se cuestiona la mejor adecuación de Moodle frente a otras opciones igualmente válidas. En un interesante estudio dirigido por la Dra. Mª Paz Prendes, de la Universidad de Murcia, se puede ver un mapa de la implantación de diferentes campus virtuales de software libre en la universidad española. Que los campus virtuales de software libre estén imperando ya es una conclusión muy importante, frente al retroceso claro del modelo de software propietario como Blackboard. Pero si hacemos una búsqueda por Moodle, veremos que la inmensa de universidades españolas que utilizan software libre en sus campus virtuales, utilizan Moodle. No trato de hacer una crítica de esta herramienta, que conocemos y utilizamos en algunos proyectos del CESGA, pero no puedo evitar preguntarme en qué parte de la selección de esta plataforma como la mejor opción dependerá del efecto "bola de nieve" (la mayor parte de las instituciones la escogen, luego será la mejor y tendrá buen soporte), y qué parte dependerá de un análisis exhaustivo de todas las variables técnicas y pedagógicas para hacer la selección. En este sentido, sería muy interesante un estudio similar referido a otros niveles educativos, formales y no formales, y poder ver qué soluciones se están utilizando (y por qué).

Volviendo a algunas de las bondades del modelo de Chamilo, creo que la claves son la sencillez y usabilidad. Hacer la mayor parte de las cosas (como profesor, como alumno, y como administrador) es muy intuitivo y sencillo. Hay poca información simultánea por pantalla, pocas opciones a escoger, y esto redunda en beneficios muy evidentes:

  • Curva de aprendizaje del usuario muy eficiente. No hace falta demasiada explicación para "comenzar a andar" en esta plataforma.
  • "Paso a paso" frente a "todo a la vez". Un profesor puede adaptar su espacio de trabajo de forma que sólo estén disponibles las herramientas o contenidos que quiera, e ir incorporándolas de manera gradual si más adelante le interesan para su propuesta. Ya sé que todos los EVA prometen esto mismo…pero no todas lo resuelven de forma tan eficaz y sencilla.
  • Sensación de "dominio" de las herramientas por parte de los usuarios (algo que hemos observado que es fundamental en nuestra experiencia de Aula Cesga), que aporta tranquilidad y confianza.
  • Reducción de la necesidad de soporte técnico. Esto para nosotros supone una ventaja indudable a la hora de mantener una plataforma centralizada para una comunidad heterogénea de usuarios. Si un porcentaje significante tuviese dudas o problemas constantes, supondría una necesidad de soporte muy elevada que hay que considerar. 

En el año 2010 realizamos una evaluación de uso de Aula Cesga –pdf 1.6 Mb.- (en aquellas fechas, basada en Dokeos), que puede ilustrar estas impresiones. La inmensa mayoría de los profesores (más del 85%) que respondieron a nuestra encuesta consideraron muy adecuada la herramienta para sus necesidades, y valoraron su sencillez como su principal virtud.

En esta era de la información y la sobreabundancia de recursos y posibilidades, creo que sigue siendo verdad el dicho popular que reza que "más es menos".